Un polvo más.

Llegarán esas noches otra vez, estaré con él, o con aquel otro, o con ese que aún no ha conseguido un sí por mi parte, estaré con alguno de ellos, pero no estaré contigo, ¿y qué?, un polvo es un polvo, se puede hacer con cualquiera, puedo ceder esta noche, puedo seguir dando largas, puedo inventarme que no puedo por cualquier cosa o simplemente puedo dejarlo todo de lado, pasar de mi corazón, de mis principios, de lo que considero que está bien y lo que considero que está mal, puedo pasar de todo eso y dejar que mi cuerpo decida, que mis ganas decidan, dejar a un lado la niña que aún vive en mi y que cada vez manda menos en mi vida, por suerte o quizás por desgracia.

¿Sabes? Ellos sólo quieren un cuerpo, sólo quieren desfogarse, conmigo, sí, pero porque soy la que en esa ocasión les permite hacerlo. ¿Y yo? ¿Qué quiero yo? Aún me sorprende la frialdad del último polvo, la frialdad que sentí en mi corazón, pude hacerlo sin pensar en amarle, sólo en follarle, ¿no es eso lo que se supone que llevan pidiéndome tanto tiempo? Pues parece ser que ya lo he conseguido, aunque tú no me lo pidas nunca, contigo no podría, eres superior a mis fuerzas, Ojos de Jade.

Fui todo lo que siempre odié aquella noche, y lo seguiré siendo unas cuantas noches más, pero es que ya no me importa, no me importa nada que no seas tú y al parecer matar a alguien a polvos es mucho mejor que dejar que me maten a mí por amor ( o por la inexistencia de este).

Mejor ser una muñeca hinchable a sus ojos, dejar que hagan lo que quieran, ellos no lo saben, pero las riendas las llevaré yo siempre, y ser una muñeca a veces me divierte y otras veces, cuando no, sólo me basta decir que no. Nunca pensé que pudiera ser tan fácil.

Y quién me quiera, que venga a por mi, que acepte mis negativas, y que tras mil y un rechazos, siga insistiendo, alguien que se conforme con dormir en la misma cama que yo, mirarme mientras duermo y con sólo eso, sentirse el hombre más afortunado del mundo. Quizás es mucho pedir, quizás eso no existe, pero da igual, por mucha frialdad que muestre al mundo, en mi interior sigo siendo aquella niña que soñaba con alguien como tú, alguien con esos ojos, alguien por quién lo daría todo sin ni siquiera pensarlo.

¿Sabes qué me pasa? Que cuando me preguntan que por qué no, lo primero que pienso y, obviamente, no digo, es : "Porque no eres tú"

 Porque ellos no son tú, Ojos de Jade, ni lo son, ni lo serán. Nunca.

Ya ves, aunque fui yo la que decidió que lo mejor era dejarlo (lo que fuera que tuviéramos) no puedo evitar pensar que para ser la mejor de la decisiones, duele y jode demasiado.

Creo que te seguiré queriendo muchísimo durante más tiempo del que estaba dispuesta a soportar.