martes, 21 de febrero de 2012

I FUCKING GIVE UP.

Anoche soñé con una chica, me estaba buscando, quería hablar conmigo. Me dijo que no podía más, que necesitaba un respiro para no volverse loca. Yo no supe qué responder, no sabía a qué se debía todo aquello, buscó con su mirada la mía y, tras unos segundos de reflejo mutuo, una en los ojos de la otra, lo entendí. Su sufrimiento era culpa mía, esa chica era el cúmulo de mierda que yo había creado en los últimos meses, era todo lo que yo había desechado, para mostrarme fuerte pasara lo que pasase, todo lo que me hizo daño estaba en ella.




De repente su rostro empezó a nublarse, ya no era la chica que vi al principio, ahora no era más que una sombra, lúgubre, desfigurada, un desguace de sentimientos, el sonido del llanto más profundo mezclado con una risa histérica de no poder más con nada.

¿En qué me había convertido? ¿Dónde estaba la chica que siempre sonreía?¿Seguía viva en algún rincón de mi misma?



Todo lo que me pasa ahora, todo lo que soy es por mi culpa, porque he dejado que mis pequeños baches diarios se conviertan en un muro inquebrantable, porque siento que mi día a día me supera, que no quiero levantarme de la cama, que no quiero salir con mis amigas, que no quiero hacer otra cosa que no sea encerrarme en mi cuarto a escuchar música, leer Twitter y buscar imágenes acordes con mi realidad en Tumblr. ¿Es eso lo que debo hacer? ¿Es eso lo que me cierra cada vez más? No lloro, hace mucho que no lloro, no quiero llorar, no tengo lágrimas, ¿para qué? ¿de qué sirve? Hace unos meses me dormía todas las noches llorando por culpa de una herida abierta, producto de un engaño, un engaño a mí misma.

Hoy ya no quiero llorar por nadie, más que por mí. Las veces que he dicho “No volveré a enamorarme” desde esa última vez son infinitas, aún sabiendo que volveré a caer, que nadie es suficientemente fuerte como para evitar algo así, aunque de momento, me abstengo a sentir, porque no puedo caerme de nuevo sin estar recuperada aún de la última vez.

Si algo aprendí es que nadie muere por nadie y que nadie va a hacer nada por ti más que tú misma, estoy sola, y de momento lo seguiré estando. No quiero palabras, no quiero más palabras, porque las palabras crean falsas expectativas, sólo te preparan para la caída. No más palabras, necesito hechos, promesas convertidas en acciones.

I GIVE UP. I FUCKING GIVE UP.