Promesa.

Cuando todo te falle, cuando creas que no te queda nada, cuando caigas, cuando llores, yo estaré ahí.

Búscame cuando necesites un beso, cuando nadie más pueda darte lo que yo te doy, cuando pruebes mil labios y ninguno sean los míos, cuando un día salgas a la calle e inconscientemente me busques en otros rostros, cuando te suene el móvil y por un instante desees que fuera yo.

Búscame cuando quieras buscarme, cuando me eches de menos, cuando te despiertes una mañana y hayas soñado conmigo, cuando pases por mi calle y recuerdes que ya no vivo allí.

Búscame y vuelve a buscarme si no me encuentras, búscame bien porque, si realmente me quieres, si quieres que esté ahí, si significo algo para ti, estaré, te lo prometo, por encima de todo, antes que para nadie más, estaré para ti, porque te quiero, porque yo también te buscaré y rezaré para que nos encontremos en un cruce de caminos, buscándonos el uno al otro. Porque pase lo que pase, nos tenemos a nosotros, y eso, ten por seguro que nadie ni nada puede quitárnoslo.

Pasarás por las camas de otras chicas, eso no lo dudo, igual que por mi cama pasarán otros chicos, que ni ellas serán yo ni ellos serán tú, serán otros, que llenarán el vacío que tarde o temprano nosotros mismos dejaremos, porque estamos destinados a caernos y levantarnos juntos, porque fallamos, sí, y con demasiada frecuencia, destrozamos lo que tenemos y volvemos a reconstruirlo, porque creo, y pondría la mano en el fuego por esto, que tú y yo somos ese infinito discontinuo, que  estaremos juntos y nos separaremos y sufriremos, unas veces yo, otras quizás tú, nos echaremos de menos, nos refugiaremos en otros y tarde o temprano volveremos a nosotros, volveremos a querernos, volveremos a pasar noches juntos, compartiendo besos, miradas, orgasmos y sonrisas. Volveremos a sentarnos en ese sofá, tú a ver el fútbol y yo a leer revistas, con mis pies sobre tus piernas, y hablaremos de todo y de nada, y haremos tests estúpidos de revistas de moda y me enseñarás a jugar a la Play y nos amaremos, una vez más.

Y si algún día terminamos juntos para siempre, sin idas y venidas, sin llantos, sin ahora sí, ahora no, sin que yo me raye más de la cuenta. Si ese día llega, prometo estar ahí, esperándote, maleta en mano, dispuesta a ir donde tú quieras llevarme, solos tú y yo y el futuro, el futuro que probablemente tengamos juntos. O no, de todas formas, yo te prometo ser tuya, hoy, mañana y siempre.